All I Wanna Do Is Rock...

Saturday, May 30, 2009

Oblivion. Mirar al Vacío.

Hay muy buenas razones para matarse. La condena al suicidio es, esencialmente, idiota. Una apología del suicidio podría empezar afirmando, por ejemplo, que éste requiere razones para hacerlo (es un acto racional), mientras que venir a la vida -su imagen en espejo- no.

Afirmo, categóricamente, que quien no encuentre consuelo en la idea de matarse, no ha sufrido lo suficiente. De forma similar, alguien que nunca haya sufrido una migraña no tiene idea del alivio que se siente cuando ésta se va. Extiéndase a la extinción de la conciencia, y quedará comprendido.
De cualquier forma, encontré unas notas de suicidio de lo más ilustrativa. Se muere como se vive:
  • Con humor. Dead, el vocalista de Mayhem, dejó en la suya "Excuse all the blood". Algo más amargo fue Romain Gary (escritor) quien afirmó "Realmente me divertí. Adios y gracias".
  • Con dolorosa, clarísima comprensión. George Eastman dijo "My work is done, why wait?", mientras que George Sanders declaró con valor que estaba "aburrido del mundo, he vivido demasiado".
  • Con sentimientos puros, tan inocentes como la alegría misma (Ya refería Borges a alguien que no recuerdo, que afirmaba que los castigos del infierno son símplemente los goces de este mundo vistos en espejo). Estas son las mías también, yo lo veo así. Virginia Woolf antes de ahogarse nos dejó la más pura hopelessness, "I feel certain that I am going mad again. I feel we can't go thru another of those terrible times. And I shan't recover this time. I begin to hear voices." Pero la de Van Gogh es la que más me convence. Por esto lo haría. Él quitó toda la paja y dejó al descubierto la esencia del suicidio al desnudo. Toda su nota consiste en la terrible, evidente, ominosa afirmación "the sadness will never go away".
De cualquier forma, gracias por acompañar.

Thursday, May 21, 2009

thepanicthevomit

El paisaje nevado de Ozymandias no es un capricho de Alan Moore.

En el mundo donde vive alguien como Ozymandias no hay puntos de referencia.
Una vez que cruzas un límite, nomás no hay referencia.
Y nada significa nada.
Porque para que algo signifique algo, tiene que relacionarse con algo fijo.
("-A qué te recuerda ese pez? 
  -A otros peces
  -Y esos peces?
  -A otros peces".)
Es imperativo, desesperantemente imperativo, dibujar una línea.
Se acuerdan de Shinji (hay una lectora, que si es que sigue leyendo, se acuerda)?
No hay abajo y no hay arriba
Hasta que uno se compromete
y
dibuja
una
línea.
Entonces, con la línea, ya no todo es blanco.
De repente, hay piso, y hay arriba, y hay abajo.
Y entonces, todo significa algo.
Se abre, entonces, el dilema de Aquiles.
Pero no, el dilema implicaría voluntad.
Y no.
Y lo peor, no tenemos un gigante escudo jónico con una tortuga que sostiene el mundo.
Tenemos una línea, trazada a mano.
Que es el piso.

Wednesday, May 20, 2009

Borré un post.

Por primera vez.

Sunday, May 03, 2009

Historia de un auto.

"Better to burn out, than to fade away"
Kurt Cobain (Neil Young me importa un pito.

Piénsese, por ejemplo, en el momento en que se decide chocar el auto que uno va manejando. La razón no importa (o mejor, importa, pero no puede ser explicada aquí). Lo que se busca es la destrucción total del auto. No pudiendo conservarlo, uno busca cuando menos que no quede rastro de él. Si quedara, podríamos recordarlo, lamentar la pérdida, evocar momentos felices.
Sin rastro entonces. Si se puede, buscar la muerte de sus ocupantes, no quedaría nada adentro, ni adentro del adentro. Solo el vacío.
En el vacío hay silencio, el vacío es perfecto, completo en si mismo. No hay lucha, no hay cambio, no hay opciones, arrepentimientos. En el vacío se puede dormir.
Imagínese, entonces, que teniéndolo todo planeado a la perfección, pasa algo y uno se arrepiente.
El carro no debe ser destruido.
El carro puede salvarse.
Hay que golpear los frenos, inmediatamente. No importa qué tan rápido uno reaccione, things get damaged, things get broken; el carro probablemente ya está dañado y se dañará más. No hay manera de minimizar el daño, propio y colateral. Entonces, si uno es un idiota obsesivo (y si no lo es, nunca se hubiera puesto en esta situación), habiendo golpeado los frenos piensa en todo esto, y se pone triste, tristísimo en medio del chirrido del metal contra metal. Uno derrama una lágrima mientras siente cada golpe de árbol contra los costados del auto. No hay dolor inmediato, la situación es de lo mejor posible en este mundo. Encontramos una razón para salvarnos, golpeamos los frenos.
Pero en medio de algún otro volantazo para minimizar el daño, vemos en el espejo retrovisor una tristeza sin palabras en los ojos. Dice: recuerda lo bello que era este auto antes. Salvarlo es, en cierta forma, una tragedia. Sombras sobrevivirán. Imagina lo mucho que lo hubieras podido disfrutar si nunca se te hubiera ocurrido destruirlo. En el hubieras podido llevar -felizmente- de paseo a quien quieres. Sombras sobrevivirán, la gente se reirá de lo que tienes para llevarlos a pasear, y eventualmente, todo el mundo se preguntará por que valió la pena salvar estas sombras.
¿Por qué preocuparse por chatarra?
El vacío es perfecto. Destruir algo hasta el oblivion (necesitamos esa palabra en español urgentemente) no deja espacio para el Litost. En el vacío se puede dormir.