...Cuando encontré mi vocación. Es como eso de encontrar el punto G cuando uno ni lo está buscando, se siente bien chido y todo el mundo termina feliz.
Si yo hubiera nacido en otros tiempos y condiciones, hubiera sido un excelente Onirocrítico (de esos que se llevaban en las campañas militares griegas y todo eso para analizar los sueños de los poderosos y extraer presagios del futuro de ellos) (bueno, ya, igual me hubiera gustado un chingo usar una toga y sandalias para ir al trabajo) (bueno, me vale madres, la voy a usar de todos modos). O igual y si hubiera tenido más dinero y paciencia me hubiera podido dedicar al estudio del psicoanálisis, que es como la equivalencia de la Onirocrítica moderna.
Pero esas son cosas tristes, y este es un post alegre porque he encontrado mi verdadera vocación. Me di cuenta hablando con los ingenieros de que puedo iniciar y mantener una conversación con prácticamente cualquier persona, sin importar lo poco que tengamos en común, o inclusive lo mucho que tengamos en descomún. Además, y por si fuera poco, puedo tomar palabras que nunca he escuchado e incorporarlas a un discurso coherente, e inclusive discutir con gente que sabe del tema (totalmente ajeno para mí) y salir airoso la mayoría de las veces, con una plácida e impávida sonrisa en el rostro.
El lector sagaz y que me conoce debe tener suficiente con esos datos para deducir mi vocación ideal: voy a ser espia. Si lo piensa uno bien, realmente soy un estúpido por no haberlo visto antes. Soy inteligente y sagaz (ya use esa palabra dos veces en el mismo parrafo, ¿ven? también soy observador); tengo facilidad para los idiomas, podría aprender todas esas lenguas europaorientales necesarias para mis menesteres espiosos; Igual soy ágil, grácil y silencioso, capaz de escalar superficies escarpadas y de deslizarme como un gato y desaparecer en las sombras de la noche cual Ryu Hayabusa, o de hurtar de la manera más elegante un importantísimo microfilme (debo confesar que al menos el 90% de mis deseos de ser espía vienen de robar microfilmes, ni se que son ni que hacen claramente, pero se ven bien chidos y se los roban en todas las películas de espias).
Pero ante todo quiero aclarar que cualquier profesión que me exija/permita sedur a elegantes y peligrosas mujeres rusas y rubias para tener éxito (y excitación) es mi tipo de trabajo, ya que de alguna manera me desenvuelvo naturalmente en tan refinadas actividades. Además no mamen, siempre ha sido lo que he deseado. Puedo viajar por el mundo, acostarme con mujeres hermosas de todos los sabores y colores, usar mis superpoderes y multitalentos que tan desperdiciados se encuentran rodeado de tanto tercermundista como ustedes comprenderán (A manera de demostración vivencial, dejenme referirles que Mérida tiene una feria ganadera al año, y ese no es el mejor ambiente pa que se aprecien mis dotes de espía), e inclusive podría llegar a saciar mi sociopática sed de riesgos, aventura y peligro que me impide volverme un miembro productivo de la sociedad (jejeje, dije "miembro"). Además, realmente, piénsenlo, podría poner en práctica mis habilidades de conversación y entreteniciencia, además de la capacidad de hilar millones de datos estúpidos a cualquier charla. O sea, no tengo perfectamente claro como ayudaría eso, pero estoy seguro de que no puede estorbar.
Bueno, ya, no quiero que quede muy largo el post porque luego nadie lo lee, y a mí me da sueño escribiéndolo y se pone cada vez más incoherente, así que solo diré un par de cosas más. Ser espía tiene por lo menos dos grandes inconvenientes (realmente lo he pensado): ha de ser difícil convertirse en uno, digo, no es como ser mormón; en serio, ¿como chingados se le hace? O sea, es verdad que yo tengo todos los requisitos, e incluso los excedo, pero ¿a donde voy para que los noten? Mi solución tentativa a este problema es robar algo importante de alguien poderoso y devolvérselo antes de que se de cuenta de que les falta, y así van a decir "a huevo, este guey es bien cabrón" y me van a dar un chingo de armas y aparatos tecnológicos todos locos y mujeres todas locas y autos rápidos y un compañero negro para que lo maten a los 15 minutos. El otro problema se resume esencialmente en que ser espía de verdad ha de resultar tremendamente aburrido. Seguramente tienes que saber millón y medio de datos sutiles y variables de la situación política internacional, conocer miles de nombres de políticos e ir a cientos de fiestas y eventos somníferos para recolectar información que solo puede ser catalogada de emocionante en un contexto de gente de 80 años. Todos los yates rápidos, lasers mortales, guaridas subterraneas ocultas en un volcan y femmes fatales praguenses besándose mutuamente en la lluvia con sus escasas ropitas parecen condenados a la ficción. Pero no, lo mas importante es que yo tengo lo que se necesita, y tengo fe, y tengo necesidad de dinero, y más que nada, tengo un plan bien cabrón para volverme un doble agente pero no puedo decírselo, porque tendría que matarles (y envolverles en una alfombra y arrojarles a un precipicio).
Thursday, December 08, 2005
Estaba Yo Hablando Con Unos Ingenieros...
Posted by Gran Fornicador at 12:35 AM 25 comments
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