No. A veces me malviajo. Hay veces en que tengo un momento de iluminación, y viene una idea. Podría escribirla, antes podía. Pero luego luego se va, y ahí viene la angustia: ya no puedo escribir, la residencia ya se robó mi alma, ya no soy nada. Luego viene el pánico, el vómito, la idea de suicidio (a veces en serio, a veces no). Es que uno no puede ser nada. No puede ser. Es que lo que importa no es el hecho en sí, es que es un signo, un signo más. Antes todo se volvía narrativa, ahora nada. Es esa consciencia lo que escinde la vida en un Antes y un Después, quizá artificial, pero a veces me convence que el precio fue mi alma. "La gente feliz no tiene historia" dice Simone DeBeauvoir. ¿Será que ahora soy feliz? Quizá el único problema sea mi reiterado intento de encontrar un problema. Quizá si haya un problema. Ahora que tengo tiempo libre, no puedo hacer las cosas que disfrutaba: leer y escribir. Por eso es un signo. Pero dice Eco: "Tout se Tient", uno puede encontrar signos en todo, porque lo que forma los signos es la mente del interpretante. Todo se conecta, y quizá yo conecto fragmentos para crear signos de un problema inexistente. Sea cual sea el caso, decidí que si he de caer, he de caer luchando. Yo sigo a Camus en su idea del absurdo: Lo absurdo no es el hombre (que busca sentido) ni el mundo (que no lo ofrece), sino el acoplamiento forzoso, la obligación de ambos de convivir; la actitud que debemos tener ante esto no es el suicidio (que es, de alguna manera, un acto con sentido), sino la rebeldía; gritarle al mundo "¡dame sentido!", a pesar de saber a priori que no es posible: seguir gritando hasta destruirnos la garganta. Esto es seguir escribiendo. Si el precio es mi alma, el costo de quitármela va a ser mi vida, mis dedos, mi garganta, una pluma sobre un papel. No me voy tan fácil. Shinji Ikari concluye, después de una psicótica exploración del self que la única posibilidad es cuidar de ti mismo. Entender que las limitaciones son necesarias para constituir cualquier entendimiento de la mismidad y la otredad. Pintar una raya es la única manera de instituir un arriba y un abajo, aunque luego nos veamos forzados a tener que caminar sobre ella. Igual concluye que los otros nos hacen, y es este interjuego entre mismidad y otredad el rudimento de lo que salva. Pero no es lo que salva. Lo que salva es cuidar de sí mismo. Cuida de ti mismo.
Tuesday, July 24, 2007
No Puedes Dejar El Blog
Posted by Gran Fornicador at 2:46 AM
Monday, July 16, 2007
Brillantes Intuiciones Generadas por un Clima Superior a los 40 Grados.
...Los gatos son los ninjas de la naturaleza...
Posted by Gran Fornicador at 10:42 PM 10 comments
Friday, July 13, 2007
Incumplimiento de Contrato
Hoy me siento tan solo.
Y se supone que esto no era uno de esos "querido diario".
Pero se supone que la vida no era así.
Posted by Gran Fornicador at 6:48 PM 4 comments
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