No se lo pierda...

Me gusta mucho leer, desde que tengo memoria (que no es hace tanto). Recuerdo que me gustaba que me leyeran, y que aprendí a leer porque no me gustaba que me castigaran dejándome de leer. Me gusta leer a autores mas o menos viejitos, o que ya estén muertos por lo menos. No se por qué, pero me encabrona leer a la gente contemporánea, joven, posmo. Como que al fin y al cabo siempre termino con un sentimiento de exagerada artificiosidad, como si se esforzaran demasiado en construir algo que pareciera natural, algo como patetismo forzado, como presumir de lo triste, aburrido y asquerosamente cotidiano que es todo. Me da hueva.
Lean al Tonto Simón (el blog que está en los links), no se quien es, pero si mas gente ahorita escribiera así, yo leería más. Se siente raro halagar a alguien vivo, pero después de haber visto tanta pendejada, fue refrescante toparme esto. No me gusta mucho hablar de lo que leo, siempre siento que suena cliché por lo menos, pero de veras me quedé con esta tristeza chiquita, silenciosa y duradera como la que queda después de ver Adaptation o hablar por telefono con alguien que alguna vez quisiste. Lean al tonto simón, especialista en tristezas naturales, o quédense con sus posmodernas tristezas prefábricadas, total me vale madres.