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Tuesday, February 06, 2007

Sin Risas Grabadas

¿Por que hacer reír?


Un día uno se despierta y se da cuenta de que la vida es triste, tristísima (así como hay el día en que uno se despierta y se da cuenta de lo contrario, aunque esto último es muy raro). Uno tiene 2 opciones: llorar, o llorar más. Si uno escoge la segunda, eventualmente se cansa (si uno escoge la primera, eventualmente llega a la segunda), y otro día más tardío, de alguna manera, no se sabe bien como, se llega a la risa.

Así, sin más, uno empieza a reírse de las cosas tristes, y se da cuenta de que si el juego ya está perdido (uno ya no juega a ganar, ya no alcanza el autoengaño para pagar esa opción), al menos uno puede irse con la sonrisa más sardónica que la cara pueda aguantar. No vale la pena seguir llorando, cuando la vida se pone realmente triste (cuando se pierde el juego, pues) llorar es redundar (¿vivir y llorar la misma cosa? Válgame la petición de principio).

Además, luego uno se va dando cuenta de que es adicto a la risa. Mientras más se le acerca, más descubre uno sus propiedades curativas, farmacodinámicas, afrodisíacas e insecticídicas. Más aun, uno descubre que, eventualmente, el humor deja un sentimiento de puentear ese abismo que las palabras ya no pueden, entre uno y el Otro (estuve a 5 grados de voluntad de empezar una divagación del lenguaje y sufrimiento que hubiera llevado a este post a un basurero peor del que merece terminar, pero me resistí por su bien, bienamado lector).

Acaba uno, si se intoxica demasiado con humor, creyendo (sabiendo, ¿que no es lo mismo?) que esto de reír y hacer reír, no solo deja el mundo un poquito mejor para uno mismo y para el interrisor (¿cual es la raíz latina correcta de “reir” para convertir “interlocutor”? ¿A quien le importa?), sino que es lo único que eventualmente, hace posible la redención.

Yo ya siento que no perdí el juego. Yo ya siento la redención posible. Yo creo que el humor (y la tristeza) unen. Yo también sigo a uno de mis maestros favoritos (siempre fui mal alumno, por eso yo no aprendí casi nada y no merecería llamarle así, pero él ya está muerto, y no creo que ni me demande, ni se moleste), el bueno y breve (en toda la extensión de la palabra) Augusto Monterroso, que en el extracto 203 de “Monterroso por él mismo” dice:

“En todo caso, el humor no es un género, sino un ingrediente. Cuando el ingrediente se vuelve el fin, todo el guiso se echa a perder; pero siempre habrá quienes gusten de él, así y todo. Bueno, para las vacas la sal no es un ingrediente, sino el alimento propiamente dicho, y tal vez por eso las vacas son más amables y felices, aunque no se rían”.

9 comments:

Anonymous said...

pero... si todos sabemos que la vida es bella!

no se gana pero se goza! claro... tampoco es asi como que un cagón de la risa. las cosas con medida.

x_centrik said...

Lograste arreglar los colores eléctricos de tu blog! Albricias, albricias!

Las vacas son la neta, todos podríamos aprender mucho de ellas.

No ya en serio, la vida podría ponerse mucho mucho peor así ke como recomendación personal trataría de buscar las pequeñas cosas que te sacan sonrisas auténticas día a día (como el último plato de tu cereal favorito o el olor a pinol en las escaleras de un edificio).

Sirena said...

¡Ahhhh ya! ¿Has leído "El Libro de la Risa y el Olvido"?

Livi Jazmín said...

Sí, el humor puede mantenerlo a uno sin hacerse trizas, pero Tirso, Tirso de mi cucharón ¿a poco no son terribles las ocasiones que no dejan lugar a la autoparodia y el jajajá?

Anonymous said...

papacito

Mariana said...

Pasaba por aqui y me detuve... me reí mucho al leer a la grande le puse Cuca, ya que es un chiste "local" entre mi novio y yo... y recordé además del capítulo de Los Simpson, una serie de chistes derivados de la genial frase.

Curiosamente este primer post que me encuentro es sobre lo que me provocó detenerme en el blog, la risa.

Iba a preguntar lo mismo que preguntó sirena... pero entonces modifico mi pregunta y escribo ¿te gusta Milan Kundera?

Anonymous said...

Adivina donde estoy...

Anonymous said...

...acá

Sirena said...

Es de malísima educación no responder a las preguntas Tirso