Balance de Cuentas

Llegué a Mérida con la certeza de que mi vida era insoportable, todo estaba mal y no había manera de que mejorara.

Me voy de mérida con la certeza de que hay problemas en mi vida, pero hay algo en ella que está perfectamente bien, vale la pena y es de lo mejor, y todo mejorará aun más siempre y cuando siga luchando y no deje de caminar hacia un futuro hermosísimo.

Contrario a lo que se puede creer a veces, es bellísimo tener algunas certezas en la vida, y basta con una esperanza. Todo se veía perdido, pero -y tenían razón algunos- tengo una suerte que no me abandona, y la salvación llegó en el último segundo. De veras esto fue un final de fotografía.

En suma: Llegué con todas las de perder, con una vida sin futuro, y me voy con la esperanza más grande del mundo. Y ustedes no saben cuanto puede una esperanza en mis manos.


...Primera vez que mérida no me deja en números rojos.

(aunque, en toda justicia, esto no haya tenido nada que ver con Mérida)









P.D. And I Get By With A Little Help From My Friends (aunque ni entren aquí, ingratos)