(I Don´t Remember)
Digamos que está uno harto de ser lo que es. Entonces, la consecuencia lógica es cambiar. El problema no es ese; el problema no es tan simple como saber que no le gusta a uno de uno mismo y quitárselo y ya. Ojalá fuera tan fácil.
El verdadero problema, al menos para mí, está en el total desconocimiento de si el cambio es posible o no. Cualquiera que haya platicado seriamente conmigo recientemente sabe que me obsesiona tal problema. ¿Es el cambio (Dejémoslo al nivel personal para no complicarnos más en un asunto ya de por sí de lo más complicado) posible? ¿Puede uno dejar de ser como es, aun en los detalles más pequeños de uno mismo?
Siendo uno muy atrevido, podría después de pensarlo mucho contestar con un simple "Si" o un "No". Pero es aun más complicado que esto. Por otra parte, el cambio en uno mismo también me parece inevitable. Tenemos A y -A coexistiendo en la misma medida, al mismo tiempo y en las mismas circunstancias. ¿Y que hace uno con el resto de sus esquemas lógicos para comprender el mundo cuando se cae aun el más elemental?
Me gustaría pensar que uno cambia, que uno no puede evitar cambiar y ya. Me encanta(ría) creer que he mejorado. Mucho tiempo me ha sostenido el pensamiento de que he evolucionado tanto en lo que hago, que si yo me fuera a encontrar al Yo de mi adolescencia tendría tan poco en común con él que ni siquiera podríamos conversar unos minutos sin hartarnos el uno del otro; sin agredirnos, es más.
Me gustaría, pero no es cierto. La ira, la impulsividad, lo depresivo, el miedo, el odio, la soledad, están todos ahí, exactamente en la misma medida en que estaban, en que siempre han estado. Los sueños, aspiraciones y deseos parecerían haber evolucionado. La parte racional, de la que uno puedeenorgullecerse cuando todo está tranquilo, cuando todo está estable y uno está tomándose un sereno cafecito y construyendo ficciones en palabras, eso si parece posible de cambiarse. Uno puede urdir todas las mentiras que uno quiera en la narrativa de la propia vida, y complicarlas al infinito de tal manera que no parezcan lo mismo que el dia anterior. Pero no se puede hacer lo mismo con la propia vida que con las palabras que usamos para describir(nos)la. El Yo, el Yo que vive y reacciona, que teme y anhela (anhela de verdad, no cree anhelar), que agrede y llora, ese no cambia. Podemos ficcionar cambios, podemos creernos la ilusión, pero ¿Podemos cambiar?
Digamos, otra vez, que estoy harto de todo. Que estoy harto de este lugar, de esta situación, que estoy harto de mí. Digamos que quiero dejar de ser quien soy (solo digámoslo), que quiero vivir de otra manera, que quiero construirme la posibilidad de un futuro con la gente que quiero, en paz, digamos que quiero detener la tormenta, digamos que quiero dejar de desear, de anhelar la Vida. Digamos, en toda la extensión de la palabra, que quiero renunciar, que quiero aceptar que la lucha está perdida; digamos, pues, con todas sus letras, que quiero dejar de ser yo. Digamos, más aun, que creí haberlo logrado. Digamos que creí haber cambiado, mejorado, llegado a tan grandes alturas que incluso había olvidado ya quien era antes.
Y ahí, quiero decirles (ahora si, sin duda) que ahí esta la clave. Lo que a mi entender permite el cambio, o mejor, su ilusión, es la mala memoria. La única manera de creer que hemos cambiado es olvidarnos de lo que eramos, lo que sentiamos, creiamos o temiamos, de como reaccionábamos y por qué, de las motivaciones que nos movían.
Póngase, pues, usted a pensar en las cosas que le gustaría cambiar de si mismo, empiece por cambios mínimos, llévelos a cabo, y siga así por tanto tiempo como le sea posible. Eso si, no crea usted que esos pequeños cambios tienen la función de cambiarle y hacerle diferente a lo que odiaba. Sepa usted que esos cambios sirven para distraerle, para que se olvide usted de quien era, de tal manera que aunque siga siendo el mismo, ya no se acuerde usted de ello, pues no se puede ser la copia de un original odioso si uno ya no recuerda el original.
Eso si, si usted es religioso, rece mucho por que no haya una pausa, o un quiebre, que le permita pensar, recordar, y darse cuenta de que todo lo que usted siempre ha creido cambio es ilusión. Rece usted a todos sus dioses por la mala memoria, no recuerde usted quien era, realmente quien era, en lo importante, bajo pena de darse cuenta del insoportable estancamiento y repetición de la vida si lo hace.
Si, en cambio, usted no es un hombre religioso, no lo dude y venga a echarse unos tragos conmigo, maldigamos a los hijosdeputa afortunados de las malas memorias, e intentemos olvidar todo otra vez, desde el principio.
Salud.
15 comments:
Pero si, diganme. Que verdaderamente me interesa escuchar que piensan de estas cosas. Se puede cambiar? No? Es deseable?
No se, lo dejo en sus manos. Contaminen todo lo que quieran los comments, insulten al spam, a Dios, a mí, a ustedes mismos. Si tienen algo que decir, no se queden callados.
Ya se que esto ni va, pero revisen los comentarios de los 3 posts anteriores, porque ya los contesté, y me molesta escribir en vano.
...Ahora si, comenten.
Un perturbador tema. No sabría que opinar, primero escribí una respuesta explicando por que "sí", pero la he borrado. Además, tu pregunta va mas allá, y por ahora no se que pensar sobre el agente o mecanismo que causa el cambio: si es el olvido, si es real...
Tal vez una definición más estricta de "cambio" ayudaría?
Pues ustedes que se tienen cerca, maldìganme por que soy una de esas hijasdeputa con mala memoria jajaja
En mis sueños gûajiros, lo recuerdo todo.
Saludos!!
Híjole, ni que decir. Pero citando a Bart simpson "Aleluuyya"
Gran Fornicador, de nuevo pensè en usted anoche, pero èsta vez fuè bien cachondo... què onda con su comentario; yo soy su goupie!! Me muero por tener su autògrafo y me dice usted que sì hay chance??
No juegue conmigo... bueno... pensàndolo bien... juegue usted con confianza, sin_vergûenza.
Saludos!!
El cambio no sólo es posible, sino que es inevitable. Sin embargo, no puedes cambiar tu esencia, debe de haber partes que definen la personalidad de uno.
También he notado que ninguna de las cosas que mencionas querer cambiar intervienen con lo que te define. Sólo son hechos circunstanciales que tarde o temprano tendrás el poder de cambiar.
A riesgo de sonar como plática de superación personal...ten paciencia y no pierdas de vista que sólo tu tienes el control sobre tu vida y tu persona.
Ok si la redacción de ese comment estuvo del asco es porque las pantallas me imponen.
Que les sea leve...
Me da mucho gusto ver que escribas cosas así, más tuyas. Como sabrás, en este momento no puedo opinar mucho al respecto, ya escribí y borré mil cosas, mejor mañana en el cafecito platicamos (a mí también me está obsesionando el tema. Y OJALA si se pueda cambiar).
A ver, vamos por partes porque hay mucho de donde cortar:
Fry, muy buena observación, me quedé pensando después de escribir esto sobre ¿Que acepto como definición del cambio? Creo que mucho del problema puede estar ahí, creo que lo que aceptamos por definición, si bien provisional, del cambio cambia mucho en si, de tal manera que algunas cosas que no clasificaríamos como cambios acaban siendo clasificadas así en ciertos momentos y viceversa. Como esto solo complicó todo mucho más, lo olvidé, me acordé de las chicas de TATU y dormí teniendo bellos sueños (no senos, sueños).
Svetlana, hay varias cosas de mí sin las que sería feliz la mayor parte del tiempo, y el meollo del asunto está en la imposibilidad de empezar de 0. Uno tiene que tratar de cambiar en el transcurso de la vida, usando como recursos aquello que uno quiere cambiar. No se puede ponerle pausa a la vida, o golpear el reset. En resumen, estoy de acuerdo con el final de tu comentario.
Jajaja. El jugoso resplandor de una mente jugosa rifa. No entiendo, pero es justamente el tipo de cosas que me gusta ver cuando nos clavamos en temas semiserios.
Fosfocito, maldita sea usted.
Daniel M. Citar simpsons es una actividad altamente aprobada en este blog, como su nombre lo indica.
Fosfocito otra vez, no puedo culparle, usted parece buena jueza de caracter a todas luces.
X-centrik, es usted muy bienvenida por aquí, no se deje imponer por las pantallas. No muerden tan duro. Y a pesar de haber corrido el riesgo de sonar como libro de autoayuda, a mí solo me queda decir que espero verdaderamente que tenga usted razón, gracias.
Flor, cafecito. A mí no me gusta escribir cosas más mías, ya sabe usted lo que quiero de este blog, pero tampoco me gusta callarme la boca cuando me entran las ganas de escribir algo. Y si, ojalá, ojalá...
Tirso: entré a tu blog con la firme intención de reclamarte por no haber incluido mi link, pero veo que lo has puesto y bien puesto. No me queda la menor duda: te irás al cielo con todo y tus huaraches.
Oye ¿ podrìan venir Flectere y tù a la reuniòn que organizarè el 15? Bueeeeeeno, podrìa ser ¿no?
Mañana leo el post. Tengo un poco de prisa.
Chicas, chicas... no se peleen por mí, no valgo la pena (¿A quien quiero engañar? soy un suculento pedazo de bistec).
No, Pasito, no puedo ir, a menos que de alguna manera convenzcas a la burguesita de Flectere para que venda una de sus muchas propiedades en Boardwalk y me invite el viaje. Jajaja, ¿que pedo con lo de los huaraches? Me cayó a toda madre la idea fea y distorsionada que tienes de estas provincias.
Efectivamente, señor bistec (eso de suculento ya lo juzgará la historia), nuestra definicón del cambio puede cambiar con el tiempo, pero podemos hablar con cierta certeza sobre la definición que tenemos del cambio en cierto momento específico (p.ej. ahora mismo). ¿Cuál vendría siendo esa?
mmmh, tengo que dejar de escribir comentarios después de las pedas...y gracias por recordarme a TATU, espero tener dulces sueños.
'cambio' también se le dice a las moneditas que bailan en la bolsa del pantalón.
¿Me da mi cambio, por favor?
Fry, he pensado mucho y me sigue costando trabajo contestar a eso, más porque las TATU siguen irrumpiendo a la consciencia. He pensado en algo pero es demasiado largo para el blog, y demasiado confuso para desarrollar por ahora, pero no crea que olvido, sigo en eso, y si me dejo de avergonzar de lo que surja, se lo haré saber.
Fuzzy, no sabría decirle.
Sofía, aquí no, aquí se le dice Graszadsjkä. Así es la provincia.
Alice, dile a tu ex que te diga como eras hace 3 años, y ¡problema resuelto! sabrás quien eres ahora, en vista de que sigues siendo la misma piltrafa segun ex. En cuanto al botón de reset, no te preocupes, ya estoy trabajando en ello.
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