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-Todo esto son niñerías- dijo Lil.

-Todo lo que no sea un color, un perfume o una música- dijo wolf, contando con los dedos - es una niñería.

-¿Y una mujer? -Protesto Lil-. ¿La propia mujer?

-Una mujer no, lógicamente -dijo Wolf-, porque como mínimo es las 3 cosas a la vez.

La Hierba Roja.

Boris Vian

Es hace mucho tiempo. La miro subir a mi carro después de varias horas de conversación sentados fuera de un Oxxo, fumando, viendo pasar policías y de vez en cuando gente rara y desvelada. La luz fría, blanca de las lámparas del Oxxo luchando contra la noche negra de las 3am le da un tono de irrealidad a nuestras pieles. La de Ella es como verde. La miro subir a mi carro después de esas conversaciones inagotables en donde uno se da cuenta de que ha encontrado a una persona con la que podría hablar toda la vida sin detenerse, sin aburrirse, y por eso todo está muy bien, y no hay futuro porque todavía falta el viaje en auto y luego la despedida para volverse a encontrar y que todo sea infinito, y se ve tan grácil, tan fuera de este mundo subiéndose al carro envuelta en luz pálida y en su olor, ese olor como a noche y deseos de futuro, y me dan ganas de llorar cuando enciendo el motor, y enciende, y la vida sigue hacia adelante por mucho que uno quisiera que todo se congelara en una noche llena de Ella y luces frías.

La música me la reservo.