Ominosas, Terribles, Oscuras Predicciones del Futuro...

Es cosa de sentido común. Cualquiera que abra un poquito los ojos y use la simple lógica puede verlo.
Todo estaba bien cuando cumplían la función para la que fueron creadas: hacer la vida más fácil encargándose de esas engorrosas y monótonas tareas que no merecían el gasto de nuestras energías y capacidades de animales superiores. En resumen, fueron hechas para servirnos. Y todo estaba bien...
Hasta que las maldita sed interminable por el progreso que caracteriza a nuestro ciego e insensato período histórico nos llevó a tratar de perfeccionarlas, y entonces les empezamos a dar cada vez más inteligencia, y hasta capacidad de valorar, y por lo tanto decidir las cosas. En efecto, libre albedrío, voluntad, lo que a través de los siglos se ha llamado libertad.
Llevados ciegamente por la fe en el progreso, empezamos a darles cada vez más recursos, quizas por descuido, quizas por una sed inconsciente de autodestrucción, quizás cometiendo el grave error de pensar que eso haría nuestra vida más fácil. Nunca nos detuvimos a pensar que después de siglos de enchufarlas y apretar algunas teclas para que hagan todo lo que nosotros no queremos hacer y mantenerlas bajo un yugo milenario, no es muy probable que conserven una actitud servil que digamos conforme les damos cada vez más poder y aun la capacidad de decidir como usarlo. Graves peligros nos esperan, gestados por nuestra propia mano.
Muchos sabios intentaron advertirnos. Miles de libros y películas hipotetizaron a lo que nuestras insensatas acciones podían llevarnos. Hoy, lloro por la humanidad que no escuchó la voz que provenía de su interior, y así, por su propia mano gestó su propia destrucción en forma de esta amenaza que tratará de subyugarnos en el futuro con las mismas fuerzas con las que nosotros las hemos usado para nuestro confort y placer.
Me refiero, por supuesto, a las mujeres.
¿Robots? ¿Computadoras? ¿Autómatas, contaminación, guerra nuclear? Esas son pendejadas paranóicas. Experimente el verdadero terror viendo a una turba de feministas, cada vez más peludas, gritonas y agresivas tratando de derrocar a quien por naturaleza y decreto divino es el rey de la creación: nosotros los Adanes, los meros machines pues!
No nos dejemos, aun no es demasiado tarde! recuperemos lo que por derecho es nuestro, retomemos la soberanía y devolvamos a esas féminas rabiosas a las cocinas, lavaderos, salones de belleza y salas de parto a donde pertenecen antes de que sigan degenerando en esas abominaciones peludas y mas anchas que altas, enfermas crónicas de envidia de pene. Unidos venceremos! No puede ser de otra manera, pues nuestra causa es justa y verdadera, y la verdad reluce con luz propia. Recuerda, compañero, que el futuro está en tus manos.