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Friday, October 13, 2006

Historias Urbanas

Corría la segunda o tercera semana de mi nueva vida en la heróica y naval colonia Centro de esta no menos heróica y naval capital y Distrito Federal de nuestra muy poca heróica (y menos naval) República Mexicana, cuando aconteció la siguiente anécdota que a continuación relataré.
Ocurre que Doña Ana, portera arquetípica (un día les pongo una foto pa que la conozcan y me den la razón) de mi arquetípico edificio de departamentos del centro, nos avisó que habían venido a cortar la luz, lo cual consistía en una verdadera hijadeputada (o como se diga), sobre todo considerando que tardaron 2 o 3 semanas en venir a conectarla, y más aún, tomando en cuenta que todo estaba en órden y pagado, y el papelito ese que lo prueba estaba pegado ahí mero junto a nuestro medidor.
Entonces fue que comenzó el asunto que resulta ser una metáfora de la vida, un microcosmos del macrocosmos que es la situación sociopolítica de México, pues le dijimos a doña Ana:
- Eso no puede ser, y ¿que hacemos?
Ante lo que contestó, con su rollizo y orondo ser:
- Pues ya ve que si puede ser, joven, así es esto, esos desgraciados solo quieren dinero.
Indignados por la corrupción de las instituciones y ligeramente embriagados por el olor a orines de vago que impregna las afueras del edificio, decidimos luchar contra Luz y Fuerza del Centro por todas las vias constitucionales y legales, y no pasarles lana a esos desgraciados para que nos reconecten.
Así, fuimos a hablar a oficinas, dependencias, juzgados, jurisprudencias y Asambleas Populares de Pueblos, y la cosa no solo no mejoró, sino que empeoró.
Ya luego fueron pasando los días, y los trabajos a entregar por computadora aumentando y atrasándose. Entonces, doña Ana, con su gran sentido pragmático de la realidad, vino a proponer lo siguiente:
- y por que no se puentean a los triquis?
Nosotros, ofendidos por creernos en presencia de un sofisticado albur, dijimos al unísono:
- nadie habla así de mi madre, retire lo dicho!
Ante lo que contestó:
- No, los triquis son los indígenas que viven enfrente de ustedes. Por que no conectan su departamento a la luz de ellos? Si quieren yo lo hago; ni se van a dar cuenta, total que ni hablan español.
Como buenas personas socialmente conscientes y lectores de la jornada que somos, nuestra indignación creció. Le agradecimos educadamente a doña Ana por su corrupta oferta, pero la rechazamos, y salimos a platicar de como reflejaba eso la situación del país:
- Pero es que es típico: las instituciones corruptas y sin rostro vienen a asediar a la clase media abusando del poder que les hemos conferido, y la clase media con tal de no sentir incomodidades pisotea a los indígenas renunciando a la dignidad moral, rebajándose al status de su agresor y empeorando la vida nacional en el proceso, entrando al juego de culpas y laberinto blablabla...
Salimos con la cabeza en alto, cada uno pensando en su contribución a la justicia social y equidad del país, y saboreando la oscuridad del departamento como símbolo del futuro reconocimiento que la historia nos brindaría por nuestro apoyo a la causa indígena.
Dos días después seguíamos sin luz; los diversos quesos que habíamos comprado se iban a echar a perder y teníamos que entregar trabajos de la escuela, así que nos puenteamos a los triquis.

De ahí la legendaria expresión "ya no te hagas pendejo y puenteate a un triqui"