All I Wanna Do Is Rock...

Saturday, July 30, 2005

Juégate

La vida no está hecha de certezas, la vida está hecha de apuestas.

Thursday, July 28, 2005

Cosas que no haría si tuviera a Jessica Alba en mi cama

  1. Dormirme
  2. Ver televisión
  3. Hablar de mis sentimientos
  4. No fornicar salvajemente hasta que uno de los dos caiga desmayado (Ok, para ser honesto, hasta que yo caiga desmayado; no creo que lo contrario me detuviera).

Friday, July 22, 2005

Reflexiones Profundísimas Inspiradas (Probablemente) Por La Ausencia

El tiempo sin ti, es "-empo".

Sin Tristeza

Incluso en estos tiempos
veloces como un Cadillac sin frenos,
todos los días tienen un minuto
en que cierro los ojos y disfruto
echándote de menos.
Incluso en estos tiempos
en los que soy feliz de otra manera,
todos los días tienen ese instante
en que me jugaría la primavera
por tenerte delante.
Incluso en estos tiempos
de volver a reír con los amigos,
todos los días tienen ese rato
en el que respirar es un ingrato
deber para conmigo.
Y se iría el dolor mucho más lejos
si no estuvieras dentro de mi alma,
si no te parecieras al fantasma
que vive en los espejos.
Incluso en estos tiempos
triviales como un baile de disfraces,
todos los días tienen unas horas
para gritar al filo de la aurora,
la falta que me haces.
Incluso en estos tiempos
de aprender a vivir sin esperarte,
todos los días tengo recaídas y
aunque quiera olvidar no se me olvida
que no puedo olvidarte.
Que pinche bonito ha de ser que le escriban esto a uno, ¿no?

Sunday, July 17, 2005

Y Esto Que?

No se dejen engañar por los medios, Yucatán ha sido víctima de una invasión de seres de otro planeta con forma de hormigas gigantes, venidos a la tierra con la misión de hacernos sus esclavos sexuales y utilizarnos como fuentes bioenergéticas para alimentar a su Matrix, misma que usan para dominar mentalmente a hormigas más pequeñas y arruinar los dias de campo en todas las galaxias aledañas. Lo del huracán fue una elaborada mentira planeada por estos diábolicos seres para facilitar la conquista, empezando por el punto más débil (Yucatán) sin ser molestadas por intervenciones exteriores, pues nadie enviará ayuda porque pensarán que la interrupción de las comunicaciones se debe al huracán. Maquiavélico, no...?
Yo y mi heróica personalidad hemos descubierto de manera insospechada todo esto y lo ponemos al alcance de toda la comunidad para que no vivan en el engaño, y envíen ayuda si pueden. Si no me creen, revisen los blogs de otra gente de Yucatán, y encontrarán que casualmente, nadie va a poder escribir o actualizar su blog en los próximos dias. Coincidencia? No lo creo...
Por estas razones y para no dejarles tan abandonados mientras uso mis poderes ninja para combatir a las hormigas gigantes y quizás tener un amorío o dos con bellas cyborgs del futuro, les dejo este post interactivo, pa que ustedes le den vida al changarro en lo que no estamos:

Comparta con nosotros cual es la película, libro, canción, frase, situación o cosa más fuera de lugar que haya usted experimentado, que más sincera y merecidamente le haya hecho exclamar un "¿Que pedo con esto?" o "¿Y esto que?"

Aproveche, desahogue todas esas experiencias perturbadoras que ha guardado reprimidas en el inconsciente tantos años, presuma sus curiosidades y freakshows internos, deslumbre a otros lectores con sus profundos y profusos conocimientos del reino de lo Kitsch; comencemos a armar este museo de monstruosidades poblado de seres variopintos que cubran todo el rango que va desde un libro entero de fotografías de los gluteos de Siegfried & Roy en sus pantalones blancos y apretados hasta la canción de los Chicharos Mágicos. Es más, si pueden hasta linkeen aquí pruebas de la existencia de los seres que usted afirma haber visto. Despliegue la gama de experiencias graciosas y/o perturbadoras que no está seguro si debería contar a alguien, pierda las inhibiciones, vuélvase loco, haga lo que siempre quizo, viva la vida! no falta mucho para que las hormigas gigantes lleguen a su ciudad...

Fíjese en lo Oral.

Aunque esas cosas normalmente no se hablen, alguien tiene que decirlas. No, en realidad nunca he conocido a un hombre que sepa con férrea certeza que hacer con la cara debajo de la falda de una chica. En cuanto a talento oral se refiere, la mayoría de los hombres no nos sentimos seguros de que sabemos lo que estamos haciendo cuando nos aventuramos al sur de la frontera. Es como tirarse un clavado por primera vez: uno cierra los ojos y se lanza con esperanzas de que ocurra lo mejor. Y es que no estoy diciendo que no existan, yo simplemente afirmo que nunca he tenido la oportunidad de platicar con un hombre que me diga: "yo se exactamente que tengo que hacer ahi abajo, donde, y como hacerlo", más bien, después de ciertas resistencias a hablar al respecto, todos acaban admitiendo lo mismo. Alguien, alguna vez inclusive me contó de la terrorífica experiencia de la palmada en el hombro, como diciéndole "gracias por participar, fueron buenos intentos, pero es tu tercer strike y eso significa que estas fuera". No señores, el sur del ecuador es territorio aun oscuro y poco conocido, y tenemos que colonizarlo. Por eso he llegado a la sensata y prudente decisión de cobrar mis favores y extraer de alguna de mis bellas, buenas, sensuales amigas lésbicas el entrenamiento suficiente que necesito, claro, por via oral (o sea, con palabras, no malpiense usted), ellas tienen uno, así que deben saber con toda certeza empírica que hacer ahí; un Gran Fornicador siempre debe estar en vias de superación personal, y de ninguna manera quiero aprobar el examen escrito solo para fallar en la prueba oral.

Cronofagia

La gente puede creer que el verdadero terror de la experiencia de un huracán es la violencia del viento, los rayos y la devastación de la lluvia. No, se equivocan. El verdadero terror está en la expectación, en el aburrimiento, y sobre todo, en lo evidente que se hace el lento, agonizante paso del tiempo. No avanza, se resbala; se desliza sobre una superficie pegajosa, dejándonos ver claramente que la vida está hecha de tiempo, de un tiempo que se deshace ante nosotros de manera monótona, repetitiva, irrelevante. La vida se nos deshace en el tiempo que no se detiene, que avanza lenta, pero segura e irreversiblemente. Hoy, esperando a un huracán que no llega y que no permite a nadie hacer nada, más que esperarlo, se me hace más evidente que nunca que casi todo lo que hacemos lo hacemos para evitar ver/escuchar/sentir el paso del tiempo, este desesperante desintegrarse de la propia vida, cubierto de televisión, xbox, cafes, libros, escritos, internet, conversaciones, sexo, fiestas, y cuantos etcéteras más se le quiera agregar en pos de la divina inconciencia del tiempo.
De ahi el verdadero pánico de hoy. Nada se puede hacer más que esperar, la luz será cortada en cualquier momento, así que uno no debe tener aparatos eléctricos prendidos; los vientos de más de 200 kilómetros por hora se manifestarán de repente y sin aviso, por lo que también queda descartada cualquier tentativa de alejarse de la casa, de ir a cualquier parte a distraerse. Unos dias antes el huracán absorbe toda la humedad del ambiente, entonces todo queda en una quietud seca. Esto es difícil de describir, uno lo nota sobre todo en los sonidos, y en una cierta sensación sobre la piel de que nada se mueve -quizás exceptuando el tiempo, que uno puede sentir claramente en su cotidiano deslizarse, ahora privado de distracciones-, es como si cambiara la velocidad, el ritmo de todo. Después, el mismo dia de su llegada, toda la humedad es liberada, y entonces, el aire se vuelve denso. Aquí esta lo que me interesa, esto es lo que nadie debería perderse (si usted no ha estado en un huracán, vale la pena que intente aprovechar el próximo solo para percibir este momento). Uno se da cuenta de que está en este momento no a raiz de un simple cambio en la calidad del sonido, como en la etapa anterior, sino a raiz de una transformación en la atmósfera entera. Es casi imposible encontrar palabras para esta calma más similar a la muerte que al sueño. Baste con decir que todo el ambiente se transforma, y si uno observa, lo puede notar en prácticamente todo. Esto es lo más curioso, pues el ambiente es una especie de ruido de fondo ante el cual se desarrolla la vida; son esas cosas inmutables, esas certezas que precisamente a raiz de su necesaria y constante presencia hemos dejado de notar, y solo volvemos a notarlas cuando faltan (hay quien dice que estas son las cosas que precisamente posibilitan la existencia, las cosas que se han vuelto tanto parte de nosotros que son imperceptibles, hasta que un cambio ocurre en ellas, como las bisagras de una puerta, piense usted, cuando ha reparado en las bisagras de una puerta, y que tendría que pasar para que lo hiciera); pues imagine que todas ellas cambian, no en tal grado que sea un cambio notorio para toda la especie humana, sino en un grado mínimo, sutil, suficiente para conferir a todo un marcado sentimiento de irrealidad y aproximarnos a la experiencia de la locura, como si no conocieramos nada, como si todo lo que conocieramos fuera falso, y se burlara de nosotros desde su incognoscibilidad, escondida atrás de una apariencia de normalidad, pero evidenciándose en este sentimiento de irrealidad y rareza que todas las cosas tienen en este momento. Un atardecer, por ejemplo, en el que nada se mueve, y nada se escucha, a pesar de ver gente caminando a unos metros de donde uno observa. Lo que si se escucha, acentuada, ensordecedoramente, es el zumbido anónimo del alumbrado público en una monotonía pavorosa, interminable, rota solamente de vez en cuando por el graznido metálico de un pajaro que confiere aun más el sentimiento de burla a todo el atardecer. La luz, la iluminación del mundo ha cambiado también, aunque esto es más incapturable que nada en palabras. Es como si todo hubiese adquirido un sórdido sentido de la composición del color, como si se planearan fotos imposibles, en donde colores como naranjas y azules en sus más diversas tonalidades armonizan a la perfección con tonos blancos y rosas. Es como si todo hubiése sido unificado y armonizado por esta experiencia de lo ajeno, de lo-otro-que-se-esconde-detrás-de-lo-mismo, y que nos observa en silencio, en las cosas.
Y el huracán no llega, y los medios anuncian que retrasa su llegada a un momento imprecisable, y la condena de la eternidad en la conciencia de este momento se prolonga, y se siente tan enorme como una ausencia, como la ausencia de la Vida que se siente, igual, en todas las cosas. Y la vida (con v chiquita) se nos desgaja en el tiempo, y el tiempo se nos esconde en las cosas, en las fiestas, en la tele, en el xbox, y nosotros nos escondemos en la búsqueda de la Vida, perdiéndonos en la vida y esperando a que llegue un maldito huracán que se queda en promesa. Esperando a que termine una ausencia, la ausencia más grande de todas.

Tuesday, July 12, 2005

...Y Punto.

La Posmodernidad es un estado de ánimo.

Monday, July 11, 2005

40 Versiones del Infierno V.2.

Es de madrugada, hace calor, todas las luces están apagadas. Llevas dos horas intentando dormir (lo sabes por el reloj que con números gigantes y rojos te muestra minuto a minuto como va pasando la noche) cada vez con más fuerza, porque sabes que mañana es importantísimo que te levantes temprano, y que la forma que tome el resto de tu vida puede depender de ello. Claro, también sabes que mientras más consciencia tengas de esto, más desesperado estarás por dormirte, y menos podrás lograrlo, así que tratas con todas tus fuerzas de no tomártelo en serio, lo cual, obviamente, hace que te lo tomes justamente así.
Solo se escucha el silencio, e intermitentemente el zumbido de un mosco que no deja de pasar junto a tu oreja.
No te levantas a intentar encender la luz para matarlo, porque sabes que es el infierno, y tienes la certeza de que en el infierno los interruptores de luz no funcionan, y el reloj no se detiene.

I´m Only Happy When It Rains (Vodka)

O, De como sobrevivir a la vida en provincia
A un poco más de una semana de la catástrofe (lease, mi regreso a Mérida), les traigo el recuento de los daños.
No se si alguno de ustedes ha viajado del DF a Mérida, sin estar seguro de cuando podrá volver a salir de este último y sin estar de acuerdo de que es una buena idea. Si no lo ha hecho, felicidades; si no lo ha hecho pero planea hacerlo, arrepiéntase mientras aun hay tiempo y revise seriamente su vida para encontrar la causa de tan defectuosa decisión; si ya lo hizo, mis condolencias, bienvenido al club, y usted más que nadie está capacitado para comprender el presente post. No diré mucho para describir la experiencia (ni quiero sufrir yo al evocarla, ni hacerles sufrir a ustedes al leerla), pero en resumen es abandonar la Vida para aterrizar en medio del infierno, pero menos glamoroso y/o estético, aunque con mucho más calor.
En medio de recibimientos y paranoias, no me di cuenta de que estaba en Mérida y no en el DF hasta aproximadamente el Lunes, ahí empezó el horror. Lo primero que me gustaría intentar describirles es la experiencia del calor, pero después de mucho pensarlo llegué a la conclusión de que eso no es posible, por una razón cuantitativa (es mucho, mucho calor) y una cualitativa (es una experiencia, y todos ustedes filósofos y algunos psicólogos seguramente comprenderán los millones de problemas que esto traería, desde el de Otras Mentes hasta el de la realidad externa, pasando por la naturaleza del lenguaje, y sin dejar aparte el hecho de que me da una hueva tremenda), así que quien esté interesado en conocerla, realice un sencillo experimento: en un día "caluroso" (hasta que no visite usted Mérida, no tiene derecho a quitarle las comillas a esa palabra) en su ciudad, estado, país, imperio, républica, o isla de las amazonas topless, reclúyase en el lugar más caluroso de su casa, choza, iglú, rascacielos o cueva llena de amazonas topless y póngase tantas prendas de vestir calurosas como quepan en su cuerpo, después de eso colóquese en posición fetal y pida a un amigo, compañero, vecino, compatriota o amazona topless que lo cubra con varias mantas y cobertores eléctricos, concéntrese en los sentimientos producidos en su cuerpo y en las gotitas de sudor que se resbalan sin poderlas limpiar antes de que surjan nuevas gotitas, multiplique todo esto por dos, y se acercará un poco a conocer la verdadera experiencia de calor a la que me refiero. Realmente es algo maligno, realmente ocurre que me baño dos veces al dia, y antes de poder secar mi hermoso y firme cuerpecito con la toalla, ya estoy cubierto de nuevo en sudor. Realmente no se puede vivir así, no se puede pensar así, y esto incita a la violencia y desalienta las bajas pasiones. Con razón los supervillanos siempre provienen de regiones cálidas.
La otra experiencia que debo describir para un recuento completo de los daños es el estar tan fuera de lugar como palabras virtuosas en la boca de Oppenheimer. Es un sentimiento parecido al que ocurre cuando llegas a una fiesta en donde no conoces a nadie y todos se conocen desde hace mucho tiempo entre si, y sabes que sales sobrando, y por si no lo sabes ellos están interesados en dejártelo perfectamente claro a través de miradas feas y conductas aislatorias, pero en vez de ser durante una noche como en cualquier fiesta, es un sentimiento que permanece todo el tiempo que uno pase aqui. Pero esto no es exacto, o más bien, no es completo, pues tendríamos que sumarle el no tener a donde ir; como este sentimiento de querer hacer algo, de necesitar sentirse vivo y expuesto a experiencias diferentes, impredecibles y satisfactorias, y saber que no se encuentra ninguna en varios estados a la redonda, o de ir a actividades, eventos o cualquier cosa que no sea una temporada en la playa o fiestas en los antros de moda, o la siempre alternativa ida a Fridays; en fin, no existe ninguna actividad atractiva que no sea una disgustante y mala copia de un incorrecto deseo de vivir en Miami. Hasta el ambiente "artístico/bohemo/alternativo" es asqueroso, poser y estancado, por razones que explicaré a suficiencia en algún nuevo post cuando la ira me gane y quiera buscarme más enemigos. El punto es reflejar claramente mi sentimiento de que no hay salida alguna.
"¿Como lidia nuestro heroe con esto?" se preguntarán. Pues de la manera más heróica y virtuosa que cualquier ser humano podría adoptar: embriagándome hasta la inconsciencia (Bueno, al menos lo intento). Hoy estaba recapitulando los eventos de la semana pasada y me di cuenta de que por lo menos 5 de los 7 dias transcurridos desde mi llegada habían involucrado la ingestión de bebidas alcoholicas, algunas veces en cantidades masivas o períodos de tiempo prolongados. Alterno esto con larguísimos ratos de soledad, en los cuales me recluyo en algún lugar con aire acondicionado a escribir, leer y oir mucha, pero mucha musiquita nueva que me traje conmigo y que parece estar ayudando con fuerzas a mantenerme vivo por dentro. Y cuando ya no puedo y me gana la ira o la tristeza, recurro al desesperado recurso del ejercicio y me voy a escalar por horas, hasta que estoy tan cansado que no me queda de otra que quedarme dormido o concentrarme en el dolor físico. ¿No es la vida maravillosa?
Pero no crean que todo está perdido, no todo está tan mal. Tengo a un reducido número de desadaptados sociales y personas seriamente psicóticas que ayudan a hacer todo esto más soportable, no les nombraré porque saben quienes son, y si olvido a uno/a solo voy a herir susceptibilidades y arriesgarme a ser agredido, escupido, masajeado, golpeado, violado y/o lesionado con arma punzocortante, y eso no es algo que necesito (ah, y yo igual comprobé la existencia física del tapetazo, suponiendo que mis sentidos o un demiurgo maligno no me engañen). Además, he adquirido la plena certeza de que este lugar ya es menos que nunca algo para mí, y que debo irme cuando pueda, para no regresar o hacerlo lo menos posible. Mientras llega el "cuando pueda", por aquí seguiré con los "destos" bien puestos, pasando mucho tiempo en el parque de por mi casa al menos estas semanas, por si alguien quiere hablar de negocios o echar una buena reta de basquet; refugiandome en "Azul" (suena posmo, pero no es un estado de ánimo o la casa del ser, es solo un café a donde no va mucha gente, es rellenable y tiene aire acondicionado) en las tardes, tristeando, escribiendo, leyendo y escuchando esa música que me mantiene vivo, esperando una buena conversación o una reta de ajedrez; y embriagandome en las noches hasta perder la conciencia, y con ella el calor y la certeza de ser una vocal perdida en un mar de consonantes.
Leyendo: Palinuro de México
La Separación de los amantes
La República
Escuchando: The Beatles
The Libertines
Viendo: Batman Begins
Antes del Atardecer (Recomendación)

Thursday, July 07, 2005

No se me da madurar...

Cuando estaba en la prepa no hace tantos años (Mi edad es engañosa, yo recorro todo en otro orden cronológico muy diferente al usual), la única certeza que compartía con mi banda era que nos ibamos a poner estúpidamente alcoholizados en algún lugar u otro, propiciando situaciones azarosas, excesivas y usualmente divertidas. La pregunta que más frecuentemente solía escuchar era "¿Tu casa o la mía?".
Ahora, martes cuando fuimos a cenar a un restaurante en donde la mayoría pidieron te, me di cuenta de que las cosas habían cambiado. Ahora la certeza que ellos comparten es que solo pueden salir 2 veces por semana, para no desgastarse mucho en el trabajo, y la pregunta que más he escuchado (y esto es real) es "¿Tu R.F.C. o el mío?"
Creo que no queda mucho para mí aquí. Creo que nunca fuimos al mismo ritmo.

Homenaje/saludo a Tonto Simón

¿Where is the Love?

No se si saben como funciona la escritura automática o texto predictivo de un celular. Por si acaso dejenme les digo lo esencial. Tu escribes una palabra usando las teclas que contienen sus letras, y el cel les asigna la palabra más frecuentemente usada que puede formarse con esas letras. Eso significa que las palabras más frecuentemente escritas por los usuarios aparecen como primera opción, y las menos frecuentes como opciones sucesivas, hasta llegar a la menos utilizada, que resulta ser la última.
Lo deprimente es que si intentas escribir la frase "te amo" en un (mi) celular, aparece lo siguiente:
1.- Te con (lo más frecuente)
2.- Te año
3.- Te ano
4.- Te com
5.- Te amo.
¿No les parece un poco triste que la gente prefiere escribir "te año" o "te ano (aunque eso tiene muchas más implicaciones por considerar)" que "te amo"? ¿No les parece que esta cultura tiene muy poco amor? Ámen, no odien, ámen...

Tuesday, July 05, 2005

De Putas Y Camiones.

Mi oficio de Gran Fornicador me lleva constantemente a viajar por toda la república mexicana, similares y conexos. En dichos viajes he sido testigo de cosas de lo más disímiles y maravillantes que han inspirado largas y profundas reflexiones, una de las cuales compartiré con ustedes, suertudotes, en la presente revelación.
Mis sagaces y agudos poderes de observación me han revelado este curioso fenómeno: de todas las ciudades en las que he hecho escala en la noche (y son varias), en ninguna he visto putas afuera de la terminal del ADO (conocida empresa de autobuses que llevan a la gente a diversos destinos), excepto en Mérida, Yucatan.
Lo anterior puede no tener nada de interesante para el ojo común (en ese caso que frígidos son, las putas son siempre por lo menos interesantes en si mismas), pero para el ojo entrenado de un GF, esto plantea un enigma: ¿Por que chingados hay putas afuera del ADO de Mérida, Yucatán?
Ustedes dirán, "¿Y que diablos intriga en dicha cuestión a este bello y sensual hombre?", pues bien, permítanme explicar. Mérida es una ciudad que por su ubicación geográfica, bien podría ser clasificada más como un destino final de los viajes que como una escala o punto de cruce de rutas. Tendría mucho más sentido que las putas se encontraran en las terminales que suelen ser escala de viajes largos (Tabasco, Veracruz, DF) que en una terminal que es un destino final, a donde la gente llega porque viaja intencionalmente ahí, o si no, no llega. Planteo dicha hipótesis porque igual y cuando uno está haciendo un viaje de 50 o más horas, en algún momento puede uno requerir compañía femenina (si uno es muy caliente), y estando de paso en una ciudad, pues uno no tiene tiempo de conocer y cortejar a una linda damisela, y eso explicaría a las putas; en cambio, una terminal como la de Mérida no tendría porque tener suripantas trabajando fuera de sus honorables instalaciones, pues la gente viaja a Mérida con un propósito (y no solo se está de escala o de paso, como sería más probable en otras ciudades), y no creo que haya quien diga "Necesito una puta, voy a Mérida (No están tan guapas)".
Un misterio nos acecha. Se agradecerá de buena manera a quien pueda dar datos, hipótesis o sugerencias que lleven al esclarecimiento del mismo. O si en su ciudad es diferente, o igual, o lo que sea, y usted tiene una idea de por que esto es así, no dude en comunicarla a la brevedad. O si de plano usted se encuentra molesto o confundido por el presente post, grítelo a voz en cuello, pero no se guarde esas cosas, que luego por eso salen piedras en los riñones.
El presente post también tiene como propósito demostrarle a la industria cinematográfica que uno puede hablar de putas y camiones sin involucrar a los Hermanos Almada.
Bueno, ya. Yo quiero dirigir una película de putas y camiones. ¿Y Que?

...Y Al Tercer Día...

Resucité de entre los muertos. He vuelto. Tengo problemas emocionales, y tuve problemas computacionales. Ahora solo quedan los emocionales, por lo que vuelvo a escribir, y voy a escribir así, aunque salgan cosas muy diferentes a las que están acostumbrados. No se preocupen, trataré de esconderlos y de que parezca que no pasa nada (tales son las costumbres que han mantenido en pie a nuestra cultura, no?), y con suerte van a salir puras cosas divertidas y alegres como suele ser esta maravillosa vida sin tristezas ni complicaciones, en éste, el mejor de los mundos posibles. Ojala sigan por aquí.

No.

A petición popular (lo pido yo, y yo soy popular), reproduzco íntegra "Yo también se jugarme la boca", que había puesto antes como fragmento:

Era el pez con mejores caderas
del mar de la moda,
se dejaba achuchar por cualquiera
(incluyéndome a mí),
sus palabras decían de memoria
lo que dicen todas,
sus pupilas contaban historias
para no dormir.
Yo era el último mono, un innoble
mirón solitario,
en las bodas algún pasodoble,
de suelto... ni hablar.
El perfume tabú de Chanel
y el cubata de Larios
no acostumbran buscarse un motel
cuando cierran el bar.
Porque siempre hubo clases [refiriéndose a clasificaciónes, no a la escuela] y yo
soy el hombre invisible
que una noche soñó un imposible
parecido al amor.
Porque el mundo es injusto, chaval,
pero si me provocan
yo también sé jugarme la boca,
yo también sé besar.
Compartimos la misma toalla,
distintos sudores,
todavía quedan islas con playas
color azafrán.
Fui su medio limón, su chéri,
su peor latin lover,
su lección de español, su desliz,
su comme ci, su comme ça.
Pero un día retiraron las mesas
y... hasta otro verano.
Las mejores promesas son esas
que no hay que cumplir
y... "viajeros al tren, que nos vamos", me dijo un fulano,
"flaco, pórtate bien, au revoir,
buena suerte ahí".
Porque siempre hubo clases y yo
no doy bien de marido.
Otra vez a perder un partido,
sin tocar el balón.
Porque el mundo es injusto, chaval,
pero si me provocan
yo también sé jugarme la boca,
qué te voy a contar.
Le modifiqué lo que se me dió la gana, antes de que alguien quiera hacérmelo notar. A la mierda todo.